Estudios de Argumentación

El papel de la intención en la argumentación (retórica)

Natalia Barbero Díaz

Es sabido que los seres humanos disponemos de un lenguaje comunicativo a través del cual nos expresamos libremente frente a los demás y conseguimos nuestros propósitos. La argumentación es una parte muy importante de esa comunicación, ya que como veremos es a través de ella que establecemos conclusiones lógicas y conseguimos convencer o persuadir a los demás. Por tanto, el interés por estudiar todo lo relacionado con la argumentación es muy relevante. De hecho, el estudio de la argumentación en la actualidad está resurgiendo gracias a la influencia de los medios de comunicación, donde está especialmente presente en la publicidad y en la política.

No obstante, dentro del campo de la argumentación especificaremos aún más nuestro objetivo, centrándonos en el papel que juegan las intenciones en las argumentaciones (retóricas) de un hablante. Hemos decidido focalizar nuestro interés en este punto debido a que, a menudo, los teóricos que se centran en los procedimientos argumentativos parecen dejar de lado la intención de los argumentadores para evitar el psicologismo. Sin embargo, ¿es del todo legítimo considerar las argumentaciones de un hablante sin tener en cuenta sus intenciones? Hay diversos motivos por los que deben ser atendidas y en este trabajo se señalarán algunos de ellos. En primer lugar, intentaremos delimitar lo que entendemos por ‘argumentación’ e ‘intención’, para tener algunas ideas previas claras. Posteriormente, se hablará de la importancia de las intenciones en la comunicación en general, entendiendo que la argumentación es un elemento importante de la comunicación a la que también afectan las intenciones. Finalmente, se establecerá una relación entre los actos de habla y la argumentación para justificar al mismo tiempo la conclusión del trabajo, a saber, que las intenciones juegan un papel positivo en la argumentación

Estudio del papel de la metáfora científica en la consolidación de una retórica revolucionaria.

María Inés Rabasedas

 

En el presente trabajo pretendemos dar cuenta del papel de la metáfora científica en la consolidación de una retórica revolucionaria. Según Bustos (2000) en las últimas décadas los estudios sobre la metáfora han proliferado en gran medida y en diferentes disciplinas, como la psicología, la sociología, la teoría de la ciencia, la inteligencia artificial, entre otras. En lo que respecta a la metáfora científica, encontramos que una de las pioneras en la reivindicación de la importancia de la metáfora en la ciencia fue M. Hesse (1966, 1974). En sus trabajos, hizo hincapié en el papel de la metáfora en la progresión del conocimiento científico, de tal forma que rechazó las posturas positivistas de la ciencia que descartaban a la metáfora como un elemento presente y necesario en la elaboración de teorías científicas (Bustos, 2000). En esta línea de pensamiento encontramos también a teóricos como Boyd (1993) o Hoffman (1980), quienes han concebido a la metáfora como un elemento constitutivo de conocimiento. Así, Hoffman (1980) reconoce diferentes funciones que la metáfora cumple en la ciencia, de las cuales podemos mencionar su contribución en la formulación de hipótesis y la conformación de conceptualizaciones que permiten comprender todo un ámbito de la realidad. En cuanto a Boyd (1993), su propuesta centra el análisis en la función de las metáforas en el cambio teórico, pues considera que el lenguaje metafórico permite fijar la referencia de conceptos desconocidos por los científicos. Dentro de los estudios retóricos sobre ciencia, los aportes de Locke (1997) han permitido asumir, también desde una postura antipositivista, que la escritura científica se produce mediante diferentes decisiones retóricas con el objetivo de argumentar a favor de hipótesis de trabajo. El autor reconoce, a su vez, que muchos conceptos no pueden ser pensados sin apelar a expresiones metafóricas, por lo que el lenguaje científico debe ser entendido en un sentido más complejo del propuesto por el paradigma positivista.

En nuestro trabajo, partimos de asumir, junto con Locke (1997), que el estilo oficial de la ciencia provoca una limitación en la presentación de ideas nuevas por lo que los cambios de paradigma se logran a partir de textos que presentan una retórica revolucionaria. Entendemos que la metáfora científica es uno de los elementos que contribuyen a la consolidación de ese tipo de retórica, ya que por su carácter de novedad y de discurso abierto, permite introducir nuevas ideas funcionando a la vez como elemento de persuasión.

Asumiendo esta hipótesis, entonces, nuestro objetivo es explicar de qué manera la metáfora contribuye a la creación de nuevas explicaciones conceptuales en una disciplina. Al respecto, asumimos que la metáfora científica cumple un doble papel. Por un lado, constituye un elemento de fijación de la referencia de conceptos sobre los cuales se desconoce su estructura interna (Boyd, 1993). En este sentido, tiene una función constitutiva del conocimiento que, por su carácter abierto, crea un espacio de producción de ideas. Esa nueva forma de explicar la realidad, entonces, promueve nuevas investigaciones en vez de limitarlas, por lo que entendemos que la metáfora moviliza al lector a crear conocimiento. Por otro lado, consideramos que la metáfora científica cumple una función de persuasión en el intercambio de conocimiento entre investigadores. Con este último punto intentamos enfatizar sobre el hecho de que la metáfora, por ser un elemento que parte del conocimiento compartido dentro de una comunidad científica, permite que los miembros de esa comunidad se acerquen a la explicación del nuevo contenido y así puedan evaluar su productividad para la disciplina. De esta manera, la metáfora científica es una herramienta de cambio pues por su posibilidad de crear nuevas explicaciones, constituye un elemento que permite modificar ideas preconcebidas y así argumentar a favor de una nueva visión.

En función de dar cuenta de nuestras hipótesis, analizaremos el caso de la metáfora computacional en psicología cognitiva, en tanto que la misma constituye un ejemplo de metáfora constitutiva de conocimiento que permite el cambio teórico (Boyd, 1993). Así, en el análisis, nos interesará ahondar en el vacío conceptual que suple la metáfora y en los argumentos que permite construir con el fin de persuadir a los lectores sobre la nueva explicación propuesta.

Herramientas pragmáticas para la interpretación de argumentos

José Ángel Gascón Salvador

Una concepción amplia del argumento nos permite identificar un gran número de argumentos que aparecen en cualquier tipo de conversación o de texto. Desde un enfoque pragmático, en este trabajo se define el argumento como un acto de habla complejo en el que se presentan uno o más asertivos como razones que respaldan la aceptabilidad de un acto de habla que funciona como tesis. Sobre esta base, se muestra cómo algunas de las teorías pragmáticas del significado pueden ayudarnos a detectar e interpretar argumentos en un discurso.El modelo de Toulmin sirve como representación teórica del argumento, mientras que la teoría de la pertinencia de Sperber y Wilson y el significado de procesamiento de los conectores argumentativos proporcionan herramientas para detectar e interpretar los elementos de un argumento.
A broad notion of argument allows us to identify a great number of arguments which appear in every sort of conversation or text. Using a pragmatic approach, in this work the argument is defined as a complex speech act in which one or more assertives are put forward as reasons that support the acceptability of a speech act which functions as the thesis. On this basis, it is shown how some pragmatic theories of meaning can help us detect and construe arguments in a piece of discourse. The Toulmin model serves to theoretically represent arguments, whereas Sperber and Wilson's relevance theory and the procedural meaning of argumentative connectives provide tools to detect and construe the elements of an argument.

Análisis, diagramación y esquemas argumentativos en el Parménides de Platón

Jaime Roldán Corrales

Este estudio consiste en un análisis de un fragmento del Parménides de Platón que incluye una serie de objeciones a la Teoría de las Formas, considerando aquellas como un todo argumentativo, para determinar la estructura de los argumentos y examinar si éstos responden a ciertos esquemas argumentativos, destacando brevemente otros aspectos (interacciones comunicativas, elementos dialécticos y meta-argumentativos, etc.) y elaborando al final un diagrama de los argumentos.
Partiendo de la teoría de la argumentación en general, y de la teoría de esquemas argumentativos en particular  y acudiendo a Freeman, Godden, Macagno, Reed y Walton, entre otros, se realizó una reconstrucción, siguiendo fielmente el texto, para identificar los argumentos y mostrar así los esquemas a los que responden. Aunque incorpora al análisis el concepto de garantía y las nociones relativas a la evaluación argumentativa (locus, máximas y cuestiones críticas), no abordó su evaluación. La investigación se basó en trabajos previos como los de Finocchiaro y Marraud, de los que se da buena cuenta en el estado de la cuestión, señalando además cómo el trabajo supone una novedad a la hora de abordar el argumento del Tercer Hombre, presente en el fragmento que analizamos.
En conclusión, pudo comprobarse que la estructura de los argumentos revelada por el análisis muestra cómo en muchos casos éstos responden a ciertos esquemas argumentativos. Asimismo, se obtuvo una prueba a favor de la tesis que afirma que las discusiones filosóficas tienden a un “ascenso argumentativo” a partir del carácter meta-argumentativo del fragmento. El trabajo concluye dejando varias puertas abiertas a futuras investigaciones, como el análisis completo del Parménides u otras obras clásicas o la evaluación de sus argumentos.

 Palabras clave: Teoría de la argumentación, esquemas argumentativos, diagramación de argumentos, metaargumentos, Tercer Hombre, Platón, Parménides, Teoría de las Formas, dialéctica.

Herramientas pragmáticas para la interpretación de argumentos

José Ángel Gascón Salvador

Una concepción amplia del argumento nos permite identificar un gran número de argumentos que aparecen cualquier tipo de conversación o de texto. Desde un enfoque pragmático, en este trabajo se define el argumento como un acto de habla complejo en el que se presentan uno o más asertivos como razones que respaldan la aceptabilidad de un acto de habla que funciona como tesis. Sobre esta base, se muestra cómo algunas de las teorías pragmáticas del significado pueden ayudarnos a detectar e interpretar argumentos en un discurso. El modelo de Toulmin sirve como representación teórica del argumento, mientras que la teoría de la pertinencia de Sperber y Wilson y el significado de procesamiento de los conectores argumentativos proporcionan herramientas para detectar e interpretar los elementos de un argumento.

Falacias de la relevancia

Henar Rodríguez Seijas

El trabajo es un intento de responder a la cuestión de qué son las falacias de la relevancia. Partiendo de las teorías de la relevancia referidas a la comunicación, en particular, la de Sperber y Wilson que postulan que la búsqueda de la relevancia es una característica fundamental del conocimiento humano de la que los hablantes tienden a aprovecharse, se pasa a examinar las acepciones que más directamente atañen a la argumentación: la relevancia `premisaria´(premissary relevance) que incide en el aspecto de relación interna entre los enunciados de los que nos valemos para argumentar (el apoyo que las premisas proporcionan a la conclusión), y la de relevancia contextual que se refiere al aspecto de relación externa (la argumentación es una actividad comunicativa dirigida a otro y realizada en un contexto). Se atiende a la diferencia de entender este contexto como contexto conversacional definido por un tipo de diálogo, o como entorno cognitivo de un oyente o audiencia y se intenta mostrar que estas nociones de relevancia son complementarias. Se señalan los antecedentes de estas nociones en la retórica clásica.

Teniendo presente esta, como mínimo, doble dimensión de la relevancia, y su constante confusión se puede entender algo mejor la sucesión de malentendidos que constituye la historia de los tratamientos dados al tema, a cuya aproximación se dedica el capítulo segundo. Se examinan las concepciones tradicionales de irrelevancia como ignoratio elenchi, e irrelevancia como llamada emocional,  a las que nos llevan las clasificaciones de las falacias de los lógicos ingleses posteriores a Locke. En este capítulo también se abordan los problemas de clasificación de estas falacias en la actualidad, y se destacan los análisis de Walton y los de Tindale, que nos conducen a la distinción de irrelevancia como giro dialéctico e irrelevancia como desviación no pertinente. Por último se aborda el examen de una falacia particular, la denominada Ad Hominem.

Epimenides

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